Los Ángeles, Hawai, México o Gandía. El lugar da igual. Y es que en las series, el que pone el destino vacacional es el personaje. Así como el Nueva York de Patty Hewes es completamente distinto al Nueva York de los chicos de How to make it in America, es el protagonista el que determina el sentido del espacio dramático, también en épocas de asueto. Una isla paradisíaca y natural puede llegar a ser totalmente opresiva y una ciudad costera, símbolo de alegría y juventud, precisamente por ello, puede estar cargada de nostalgia… La segunda parte del especial veraniego de El Club Silencio descubre un poco más de lo que los personajes nos ocultan en la jornada laboral, y rememora algunos de los episodios vacacionales con más miga.
Lost, vacaciones forzosas
Lost, vacaciones forzosas
Para vacaciones como Dios manda, Lost; de seis temporadas, que se dice pronto. Y no precisamente porque ellos quisieran, sino porque se les complicó pillar el vuelo de regreso. Paradójicamente, Lost también cumple con el tópico del enclave paradisíaco, pues tanto de malo tiene la Isla como de bueno. Y es que es el sitio perfecto para que un médico huérfano, una hijastra en contra de la violencia doméstica, un timador con trauma infantil, un matrimonio peleado y otros tantos puedan empezar de cero. Aunque acabara resultando un enorme desagüe, la Isla fue la clave para que los protas descubrieran de una vez por todas su lugar en el mundo. Ya les gustaría a muchas madres poder decir eso de sus hijos.
Vacaciones de (Cinco en) familia
Sí, Cinco en familia son mis horas más bajas. Pero he de reconocer que Neve Campbell y Jennifer Love Hewitt pueden conmigo... Puede que sea una de las series más católicas, conservadoras y ñoñas de la tele, pero no me negaréis que Cinco en familia es uno de los retoños más resultones de la soap-opera noventera. Y como no podía ser de otra manera, tiene capítulo vacacional: Grandes desilusiones. Charlie (Matthew Fox realmente existía antes de Lost) y Claudia (apunto que Lacey Chabert es la única niña catódica que no se me atraganta) se van de vacaciones a México para arreglar ciertos desaguisados familiares; véase tener un hermano alcohólico y una hermana que se casa con 17 años. Para no variar, no lo consiguen.
Don Draper en bañador no es cosa de risa
De hecho, los capítulos en que el prota de Mad Men se toma días de asuntos propios para visitar Los Ángeles son prácticamente hitos televisivos. Ambos. Los pequeños flashes que Mad Men nos fue mostrando acerca del pasado de Don durante la segunda temporada culminan en El rey de la montaña. Draper viaja a la costa oeste para visitar a Anna, esposa del militar cuya identidad usurpó en Corea; la presencia de la única persona que realmente conoce los secretos de Don nos permite descubrirle en toda su integridad. La muerte de su amiga a finales de la cuarta temporada, tras una nueva visita de Don, dio a Mad Men La maleta, uno de los mejores episodios de la serie, y sirvió al personaje como detonante del sorpresivo desenlace de la season finale. De libro.
Sookie, de año sabático
Ellos pensaban que estaba muerta, pero no. Y tampoco estaba de parranda. A Sookie Stackhouse se le alargaron los quince minutos en Fairy States y cuando se quiso dar cuenta se había quedado compuesta y sin novio vampiro, y su mejor amiga se había pasado a la acera de enfrente. Por muy surrealista que sea True Blood a veces, hay que reconocer que Charlaine Harris no se quedó calva con esta “licencia” literaria. Aunque a los chicos de Allan Ball les ha venido de perlas la broma para hacer evolucionar cierto estancamiento de la serie... No sé por qué ahora me viene a la cabeza aquel momentazo de Dallas en que la muerte de uno de sus personajes resulta ser el sueño de su esposa en la ficción capítulos después (what the fuck!) … ¿O era Los Serrano? Parece que también hay vacaciones tramposas…
Compañeros, viaje de fin de curso
Vacaciones mítiquísimas, las de los chicos de Compañeros recién acabada la selectividad. Aquel episodio supuso tanto el final de la serie como el de la generación de los que crecimos viéndola. Puede que estuviera repleta de lugares televisivos comunes sobre la adolescencia, pero es innegable que Compañeros marcó el camino de la ficción teenager en nuestro país, retomada por otras, Física o Química a la cabeza, para los que vinieron detrás... Y es innegable también que Siempre, continuado por No te fallaré, fue un capitulazo; el grupo de Quimi y Valle se suelta de la mano de padres y profesores y encaran el paso a la madurez, que se les echa encima con el accidente que deja inválido a César. Fin de curso, fin de serie y fin de generación (se adjunta última escena y todo). Mejor imposible.
He de confesar que nunca vi el final de 'Compañeros'... Sin duda me quedo con las vacaciones de 'Lost', ningunas dieron más de sí. Siempre amaré la isla, yo fui de las que se tragaron el final con patatas y sin rechistar.
ResponderEliminarJijiji creo que me he emocionado demasiado con Compañeros, pero he sido objetivo con la palabra capitulazo. Ponte al día con Mad Men, por favor, que se te van a caer los palos del sombrajo con el último capítulo.
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