"Genial, ahora somos la familia Addams"; no podemos negar que Ryan Murphy y Brad Falchuk son claramente conscientes en su vocación de pastiche terrorífico. No podría ser de otra manera titulándose su nueva serie American Horror Story. El resplandor y La semilla del diablo por delante, fantasmas, deformidades, enfermedades, leyendas urbanas, serial-killers a lo Ed Gein y la banda sonora de Psicosis de fondo. Los de Glee han cambiado de tercio, se han arremangado y no se han dejado nada norteamericanamente espeluznante en el tintero, y aun habiendo apuntado tan alto en su revisión panterrorífica, han cumplido con creces en los dos primeros capítulos. Y no sólo en lo de acojonar (ver la cabecera basta para que se te pongan los huevos de corbata) sino también en su reflexión sobre lo que las fórmulas del horror occidental tienen que decir acerca de lo social. Porque lo último que quiere Murphy con su American Horror Story es darnos miedo; el terror es una coartada para hablar de la familia y otras cosas que, si lo pensamos, son igualmente aterradoras.
Empezando por la casa encantada. Y eso que no hay una receta más manida, pero lo que luce en American Horror Story es de libro. Los Harmon (Dylan McDermott, Connie Britton y Taissa Farmiga) se trasladan de Boston a Los Angeles con la intención de comenzar de nuevo cargando el recuerdo de unos cuernos maritales y un sangrientísimo aborto, y no podrían haberse agenciado un chalé más malrrollero. Y es que ya decía Josep M. Catalá, entendido en esto de las manifestaciones artísticas de la última década, que la figura convencional de la casa iba a volver al cine y la tele de nuestros días post 11-S para hablarnos de la reconstrucción metafórica del hogar. En American Horror Story, nada más lejos de la realidad. Es sintomática la presencia constante de la casa, en este caso para mostrarnos los fantasmas que amenazan la integridad de la familia norteamericana, desde Moira, chacha viejuna o buenorra según la mires, a Constance (Jessica Lange es de lo mejor de la serie), una vecina con muy mala idea. No hay que ser muy listo para ver que no es el sitio perfecto para empezar de cero.
Porque la casa protagonista de American Horror Story tiene una relación muy peliaguda con el pasado; la serie profundiza capítulo a capítulo en el historial sangriento del nuevo hogar de los Harmon, donde los asesinatos y las desapariciones misteriosas eran el pan de cada día. Murphy y compañía indagan en la relación que las convenciones del cine de terror de los 60 y 70 guardan con los norteamericanos, como el inmovilismo social, la religión el sexo y la culpabilidad; y con ciertas figuras de horror colectivo, como el cáncer, la psicopatía, la esterilidad. Los horrores de entonces, heredados de las convenciones culturales de la época, arrastran a Ben y Viven a la destrucción familiar: el primero es un Jack Torrance moderno encaminado a la mentira y la infidelidad; la segunda es embarazada a lo Rosemary Woodhouse por un misterioso ser encuerado meses después de haber sufrido un aborto horrible. Y lo curioso es que no nos importa qué pasa realmente en esa casa, pero sí cómo lo solventan los protagonistas. Porque, por muy acojonante que pueda ser, American Horror Story no es una serie de terror; si me apuráis, es una serie sobre el terror.
Estupenda reflexión sobre lo que va de serie. Como ya te dije sólo he visto el piloto y no se me ha quitado de la cabeza. Eso es muy buena señal. Ahora sólo nos queda saber si aguantará el tirón. Seria bonito (y aterrador) que lo hiciera, pero no veo la forma de estirar ésto sin que pierda todo el poder de seducción que tiene. De momento a disfrutar y a asustarnos y excitarnos mucho que es lo que toca.
ResponderEliminarYo creo que sí podrían estirar el suspense durante dos temporadas "fácilmente" siguiendo una coherencia en la historia y los personajes (dentro de lo que cabe). Aún así, creo que es un proyecto imprescindible para ver de qué va la televisión de ahora, y aunque Ryan Murphy la cague (sinceramente creo que es lo que pasará) merece muchísimo la pena echarle un vistazo a una serie así.
ResponderEliminarUn saludo!
Estoy muy de acuerdo con vuestra predicción de que esto en algún momento se desinflará y nos romperá el corazón, pero yo por el momento estoy totalmente alucinada con esta serie. Me encanta todo. No has mencionado mucho el tema de cómo se maneja el tiempo, quizá sea sólo una percepción mía, pero me parece muy inteligente generar esa sensación de inquietud, además de con otros muchos elementos, quitándole al espectador la referencia temporal: ¿qué ocurre antes y qué después? ¿qué es lo que ocurre realmente? ¿cuánto tiempo pasa en cada capítulo? En fin, me tienen de momento comiendo de sus manos, a ver qué sale de todo esto...
ResponderEliminarPD. ¿Alguien se fijó en el primer plano que le hacen a Connie Britton cuando en el piloto descubre todo el pastel de su marido? Fue tan setentero y tan 'Bonnie and Clyde'... Ay, las mieles de la posmodernidad ;).
Laura - Me he fijado en las cosas que me has dicho en un segundo visionado del piloto. Es verdad que lo del tiempo es curioso, sobre todo en el período en que ella se queda embarazada o el intervalo entre las consultas con el chico zumbadete. Los flashback al comienzo del capítulo tampoco son cronológicos... Si ya es confusa de por sí, es lo único que nos faltaba jijiji
ResponderEliminarMuchas gracias por el comment!
No puedo estar más de acuerdo con todo lo que has descrito sobre la serie, sobre todo con tu última frase: "American Horror Story no es una serie de terror; si me apuráis, es una serie sobre el terror." ¡OLÉ!.
ResponderEliminarY es una pena si termina estropeándose - como bien comentáis, seguro que pasa; pongámonos en lo peor - pero al menos podemos disfrutar a lo grande con lo que (por ahora) nos vayan ofreciendo cada semana.
Lo que más me fascina es esa vuelta al terror clásico (que no como copia - me río yo de los que dicen que copia a los clásicos - sino como 'oda'), esos minutos que nos remontan a los 60-70 al principio de cada capítulo para luego enganchar con el presente de la familia. Me declaro MUY FAN, por si no quedaba claro :'D
¡Gracias por el review!.
Ana - Totalmente de acuerdo. Pienso que, aunque más adelante sea complicado mantener el nivel de la serie y mantener ciertas líneas de continuidad, lo más importante de la serie es su concepto. Es una grandísima idea, y el uso de las referencias me parece perfecto. Me parece imprescindible para ver por dónde van los tiros de la televisión contemporánea.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el comment!!
Me encanta esta serie Víctor! Terror, humor negro y una pizca de amor, ¿qué más se puede pedir de una serie? A ver si la segunda temporada promete tanto como la primera, aunque por lo visto, dicen que van a cambiar a los protagonistas...y sin Constance y Tate ya me dirás tú cómo va a ser eso posible.
ResponderEliminarEs genial, Ruth! Me parece de lo mejor de la pasada temporada. No sé si has oído que estará ambientada en un psiquiátrico, y que Constance será una de las protagonistas. También saldrá alguno de los anteriores, pero en plan episódicos. Yo estoy deseando una temporada ambientada en un hotel, también es muy de terror norteamericano.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comment!!