Smash ha acabado siendo cualquier cosa menos un exitazo. Pero
ya se sabe que la papelera de la NBC está llena de buenas intenciones, y que
sus promesas de ficción se cotizan actualmente como bono catódico basura.
Vuelve a no resultar paradójico, en esta ocasión ni siquiera por el título, que
una gran apuesta de NBC, a la que se ha dado una gran oportunidad publicitaria
y en parrilla, y para la que se ha negociado el regreso de diosas televisivo-cinematográficas
como Debra Messing o Anjelica Huston, se convierta en un despropósito de
audiencias modestas y reviews peor que tibias. Sin embargo, muy a pesar de su
ilógica narrativa y de personajes, Smash ha conseguido ser la más resultona
de la midseason, lo que tampoco es decir mucho. Usadas sus armas de
relato seriado con mayor o menor acierto, lo cierto es que la de la NBC sobresale
como metareflexión posmoderna sobre un género al que la pequeña pantalla tenía que enfrentarse
de una vez por todas tras el tangencial acercamiento de Glee. Smash es peaje obligatorio de camino al musical televisivo definitivo.
Para bien y para mal, es precisamente esa frontalidad en el
abordaje de las formas musicales de Hollywood su orgullo y su vergüenza. ¿Qué
hay más musicable que Broadway? ¿Qué hay más pop que Marilyn Monroe? ¿Qué hay
más obvio que una rubia y una morena a guantazos entre bambalinas por un papel
estelar? La veterana Theresa Rebeck (Catwoman, Policías de Nueva York) dramatiza
en Smash la producción de un musical sobre la vida de Norma Jean, y consigue
profundizar, consciente o inconscientemente, en la vertiente contemporánea de esa
figura kitsch por excelencia y rehabilitar ciertas fórmulas del cine clásico y
su reverso sobre las carteleras de Manhattan.
Tras décadas en que
Monroe sólo ha servido para vender reproducciones baratas de Warhol y monederos
en bazares chinos, Smash se atreve con su historia como un cuento menos
maniqueo de lo que pueda parecer sobre la farándula norteamericana. Dos
actrices, Ivy Lynn (Megan Hilty) y Karen Cartwright (Katharine McPhee), luchan
por el papel protagonista sin saber que la trayectoria de ambas confluye, desde
lugares aparentemente irreconciliables, en la malograda diva. Ivy, la veterana
y ambiciosa rubia, como Marilyn Monroe, acaba relegada al coro y enganchada a
las pastillas; la inocente y prometedora Karen, como Norma Jean, se convierte finalmente
en la estrella del show, envidiada y sola, habiendo pagado el pato de su vida
personal.
En la misma línea, Smash es curiosamente actual en el tratamiento de ciertas convenciones narrativas sobre el espectáculo, como la enemistad entre lo económico y lo creativo, la homosexualidad en el arte, la envidia, la decadencia, el sexo y la infidelidad. Del cinismo y la contradicción nace lo contemporáneo, de los errores se muestra tanto la perversión como la expiación: Eileen (Huston), la productora, acaba dependiendo de su novio más joven para sacar adelante el proyecto; Derek (Jack Davenport), el director, acostumbrado a aprovecharse de las actrices, termina apostando por aquella a la que no se ha encalomado; Rebeca Duvall (Uma Thurman), la estrella, abandona por el bien del show; Julia (Messing), madre de familia infiel, recupera finalmente a su marido. Sin embargo, y pese a su enjundia (que la tiene) como ejemplar musical sobre la fama, el cliché rehabilitado de Smash es aún deficiente como relato televisivo, y puede resultar tan original como ridículo (yo soy más de Touch me que del momento Bollywood). Que se lo digan a Pan Am; darle la vuelta al kitsch de esta manera puede ser peligroso.
Hombre, mala no es, pero muy flojita si que ha acabado siendo. Al resto de la serie le ha faltado la frescura y el ritmo, y brillo del piloto.
ResponderEliminarCreo que probablemente el desarrollo de la puesta en escena durante toda la primera temporada entorpezca un poco la mitología del musical. Parece que tienen mucho mejor material para la segunda (la season finale fue de infarto), y puede que se convierta en una gran serie (ya va con retraso :D).
ResponderEliminarMuchas gracias por el comment!!
No es que sea mala, sino que nos esperábamos el serión de la temporada y nos han dado una normalita, con algunos personajes dando tumbos entre el culebrón y otros directamente para eliminarlos, esperemos que en la segunda mejoren las cosas :)
ResponderEliminarYo también creo que el desarrollo en tantos capítulos ha sido deficiente, pero el rollo marilyn-meta-musical me parece muy interesante, y más en ese género. Espero que con el estreno en la segunda temporada le den más caña.
ResponderEliminarGracias por el comment!! :DD
A mí mala no, se me estaba haciendo aburrida y el principal problema es que no me gustaba ningún personaje excepto Tom, que era majete, pero en el fondo me daba igual xD
ResponderEliminarEl piloto me encantó, eso sí!
Es cierto que los personajes son poco carismáticos (y encima ahora se quieren cepillar a la mitad), es lo más deficiente de la serie. Aún así, tiene mucho material para ser buena, y puede que lo aprovechen después de ese cacho de finale :)
ResponderEliminarGracias por el comment!! :D
Empiezo por el final. Yo soy muy pro número de Bollywood. Creo que lo supieron meter y quedó bastante más que decente. Y eso que "Touch Me" me gustó mucho también. De hecho, ambos están entre los números que más me han gustado.
ResponderEliminarEstamos los 2 de acuerdo en que al Piloto se le dio demasiado bombo y platillo: vale, sí, estuvo muy muy MUY bien, pero no nos pasemos, porque cuanto más subamos, más dura será la caída. Y Smash ha pagado bien caro su Piloto. El desarrollo se les fue de las manos, porque con lo bien que funcionada la trama en torno a "Bombshell", se dio demasiada importancia a las vidas personales de los personajes (la historia de Julia, egoísta a más no poder, ha sido un coñazo). Lo bueno es saber que con todos los personajes que se van, espero que el productor de Gossip Girl que viene a sustitituir a la Rebeck nos dé algo con más chicha.
Que sepas que da gusto leerte. :)
Muchas gracias!! Pues yo pienso igual, aunque he de decir que las canciones de Bombshell me han parecido suficientes para ver la serie. Como te comenté, creo que no habría que reducirse a eso, porque ya hay muchas canciones del musical en sí, y también tendrán que sacar algo para la contemporánea.
ResponderEliminarCreo que la marcha de Ellis, por ejemplo, puede venir bien (aunque insisto en que era el que hacía moverse el musical), pero la del marido de Julia y Dev me parece complicado de manejar. A ver si nos sorprenden.
Muchas gracias de nuevo!! :DD