jueves, 18 de abril de 2013

La miniserie (I). La excelencia británica


La nueva calidad nace con los capítulos contados; In the flesh, Broadchurch, Top of the lake. Las series que han obtenido mejores reviews en los últimos meses, en una genial fiebre televisiva, son de las de una noche, de las que de un día para otro te dejan la pantalla en negro y el corazón rebosante de felicidad. La miniserie, o al menos la que nace como tal y consigue quedarse, es una dinámica esencial de la ficción actual, y ha dejado de ser una rara avis en parrilla para convertirse en imprescindible de todo ranking catódico. Habrá quien se plantee (si es tan rubio como yo, que sí lo he hecho) el sentido de este whatthefuckante milagro televisivo, que cuestiona la serialidad del medio pero va más allá de cualquier película y encima se mete a todo el mundo en el bolsillo. Desde la visionaria House of Cards de 1990 a la próxima superproducción de Jonathan Strange and Mr. Norrell, son los británicos los que han creado escuela más allá del mainstream norteamericano. ¿Querrá la BBC dar salida cultural al dinero público? ¿Van las demás cadenas a rebufo con sus propias marcas? A ellos debemos clásicos contemporáneos como The Crimson Petal and the White o Secret State.  

"En la BBC esto no pasa". Una investigadora con la que coincidí no se cansaba de alabar a la plataforma británica, y es que las cadenas públicas serias, no como la nuestra, saben gastar el dinero sin sodomizar al contribuyente. Con miniseries, por ejemplo. La BBC se juega su contenido cultural en ficciones que acercan grandes autores y dejan babeando a los expertos. El reivindicado caso de Jane Austen, por ejemplo, en su clásica Sentido y sensibilidad (1981) y la Orgullo y prejuicio de Colin Firth (1995). O las más modernas The Crimson Petal and the White –inspirada en la novela de Michel Faber de 2002, su mejor miniserie en los últimos años–; Grandes Esperanzas (2011) de Dickens; o Parade's End (2012) de Ford Madox Ford, arriesgadísimas en lo formal. Lo social y político también tiene su cupo, de una manera sorprendentemente crítica para venir de la cadena pública. Series de género negro o policíaco como The Shadow Line (2011) y Line of Duty (2012) hablaron de la corrupción en los Cuerpos del Estado; Exile (2011), de Paul Abbott, lo hizo sobre la crónica negra británica, y The Hour (2011), que nació como miniserie, arremetió contra el historial político de la propia BBC. 

Pero parece que los alumnos aprenden deprisa. Otras cadenas británicas como ITV, Channel 4 o E4, que popularizó Misfits, se han tomado al pie de la letra este estándar que les obliga a estar a la constante búsqueda de ideas y formatos y a aproximarse a la nuevas audiencias tanto como la maestra. Miniseries de las últimas temporadas, por su naturaleza o por falta de renovación, como In the flesh, Broadchurch, Secret State o la aclamadísima Utopía, demuestran que esta industria está por encima de las demás en géneros y discursos. Paradigmático es el caso de Charlie Brooker, creador de la excepcional Black Mirror, que huyó de la 'miniserialidad' en su segunda temporada. El guionista sorprendió antes de su obra maestra con series rompedoras como Dead Set (2008), una particular visión del fenómeno zombi, y A Touch of Cloth (2012), una revisión muy ácida de los procedimentales policíacos con otra temporada en el horno. En el tintero quedan las que pusieron sus cartas sobre la mesa y no se hicieron con más: las grandísimas The Fades, revolución del género adolescente, y Hit & Miss, del Paul Abbott más incisivo y personal. 'Miniseries por defecto' que nos ayudarán a entender la versión europea continental de esta dinámica. Como en Hormigas blancas, esa historia tendrá que reposar y ser contada en otro momento.

2 comentarios:

  1. Estupendo artículo que hace un recorrido por las miniseries británicas que tanto nos hacen disfrutar. Me gustaría que cadenas americanas (y de otros países) tomaran nota, porque es un formato que me gusta mucho y que permite disfrutar de una serie en un solo bocado, con una intensidad diferente a las de largo recorrido. Un abrazo!

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  2. Gracias por el comentario, Cecilia!

    Está claro que es un formato que, aunque a veces nos deja con ganas de más, está totalmente al día. Ya está disponible el de las norteamericanas!

    Un saludo!

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