La nueva calidad nace con los capítulos contados; In the flesh,
Broadchurch, Top of the lake. Las series que han obtenido mejores reviews en
los últimos meses, en una genial fiebre televisiva, son de las de una noche, de las que de un día
para otro te dejan la pantalla en negro y el corazón rebosante de felicidad.
La miniserie, o al menos la que nace como tal y consigue quedarse, es una dinámica
esencial de la ficción actual, y ha dejado de ser una rara avis en parrilla
para convertirse en imprescindible de todo ranking catódico. Habrá quien se plantee
(si es tan rubio como yo, que sí lo he hecho) el sentido de este
whatthefuckante milagro televisivo, que cuestiona la serialidad del medio pero
va más allá de cualquier película y encima se mete a todo el mundo en el
bolsillo. Desde la visionaria House of Cards de 1990 a la próxima superproducción
de Jonathan Strange and Mr. Norrell, son los británicos los que han creado
escuela más allá del mainstream norteamericano. ¿Querrá la BBC dar salida
cultural al dinero público? ¿Van las demás cadenas a rebufo con sus propias marcas? A ellos debemos clásicos contemporáneos como The Crimson Petal and the White o Secret State.
"En la BBC esto no pasa". Una investigadora con la que coincidí no se cansaba de alabar a
la plataforma británica, y es que las cadenas públicas serias, no como la
nuestra, saben gastar el dinero sin sodomizar al contribuyente. Con
miniseries, por ejemplo. La BBC se juega su contenido cultural en ficciones que acercan grandes autores y dejan babeando a los expertos. El
reivindicado caso de Jane Austen, por ejemplo, en su clásica Sentido y
sensibilidad (1981) y la Orgullo y prejuicio de Colin Firth (1995). O las más
modernas The Crimson Petal and the White –inspirada en la novela de Michel
Faber de 2002, su mejor miniserie en los últimos años–; Grandes
Esperanzas (2011) de Dickens; o Parade's End (2012) de Ford Madox Ford, arriesgadísimas en lo formal. Lo social y político también tiene su cupo, de una manera sorprendentemente crítica para venir de la cadena pública.
Series de género negro o policíaco como The Shadow Line (2011) y Line of Duty
(2012) hablaron de la corrupción en los Cuerpos del Estado; Exile (2011), de Paul Abbott, lo hizo sobre la crónica negra británica, y The Hour
(2011), que nació como miniserie, arremetió contra el historial
político de la propia BBC.
Pero parece que los alumnos aprenden deprisa. Otras cadenas
británicas como ITV, Channel 4 o E4, que popularizó Misfits, se han tomado al
pie de la letra este estándar que les obliga a estar a la constante búsqueda de
ideas y formatos y a aproximarse a la nuevas audiencias tanto como la maestra.
Miniseries de las últimas temporadas, por su naturaleza o por falta de
renovación, como In the flesh, Broadchurch, Secret State o la aclamadísima Utopía, demuestran que esta industria está por encima de las demás en géneros y
discursos. Paradigmático es el caso de Charlie Brooker, creador de la excepcional Black Mirror, que huyó de la 'miniserialidad' en su segunda temporada.
El guionista sorprendió antes de su obra maestra con series rompedoras como Dead
Set (2008), una particular visión del fenómeno zombi, y A Touch of Cloth
(2012), una revisión muy ácida de los procedimentales policíacos con otra
temporada en el horno. En el tintero quedan las que pusieron sus cartas sobre
la mesa y no se hicieron con más: las grandísimas The Fades, revolución del
género adolescente, y Hit & Miss, del Paul Abbott más incisivo y personal. 'Miniseries
por defecto' que nos ayudarán a entender la versión europea continental de esta dinámica. Como en Hormigas blancas,
esa historia tendrá que reposar y ser contada en otro momento.
Estupendo artículo que hace un recorrido por las miniseries británicas que tanto nos hacen disfrutar. Me gustaría que cadenas americanas (y de otros países) tomaran nota, porque es un formato que me gusta mucho y que permite disfrutar de una serie en un solo bocado, con una intensidad diferente a las de largo recorrido. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias por el comentario, Cecilia!
ResponderEliminarEstá claro que es un formato que, aunque a veces nos deja con ganas de más, está totalmente al día. Ya está disponible el de las norteamericanas!
Un saludo!