El pasado mes de julio el medio norteamericano Uproxx publicó los
resultados de una curiosa encuesta: los episodios menos valorados de Breaking
Bad son aquellos que más minutos dedican a Skyler White. Fue solo el rizar el
rizo de una teoría nada complicada, la de que la mujer de Walter White es el personaje
más odiado de la televisión. Pero Buried, el último capítulo emitido, ha venido a revertir
ciertas ideas al respecto que algunos daban por supuestas, como la de que Breaking Bad es
una serie de/para hombres o la de que podemos odiar a la señora White con todas
las de la ley (si os interesa el tema empollaos también lo que han escrito Alan Sepinwall y Alberto N. García). El de esta semana ha sido sin duda el capítulo de las mujeres de
Breaking Bad, y su break bad particular ha sustituido el enfrentamiento
Walt-Hank-Jesse, que han ocupado siempre los grandes debates. Tras haber pasado
de la ignorancia al odio a través de la complicidad, el miedo y la depresión,
Skyler White vuelve a apoyar a su marido. Hank recurre a ella después de descubrir quién esconde la verdadera identidad de Heisenberg, y en una encrucijada que
hiela la sangre ("¿Estoy arrestada, Hank?") decide tomar el control de la
situación, enfrentándose a su hermana en una durísima escena, y anima a Walt a
capear el temporal callando lo que saben. Skyler, de nuevo entre la moral y la
familia, opta por lo segundo, y parece que definitivamente.
"Es una mujer que intenta que su marido deje de matar y de
cocinar 'droga'. ¿Cómo podemos no estar de acuerdo con ella?", apuntó una vez
Gilligan en una entrevista a Vulture en la que llamó misóginos a los haters del
personaje de Anna Gunn. Skyler White siempre ha sido la custodia moral de
Breaking Bad, e incluso en sus momentos más despreciables, mezquinos y
calculadores ha mostrado el dilema más peliagudo de la serie. "Lo único que
puedo hacer es esperar, esperar a que vuelva el cáncer", le lanza a Walter en
Fifty-one, el descorazonador capítulo de la quinta temporada que ilustra a la
perfección su insoportable situación, cuando finge 'suicidarse' en la piscina
para que Hank y Marie se lleven a los niños de casa. Nuestra 'villanización' de
Skyler nace junto a la 'heroicización' de Walt en una estrategia narrativa que
parece de pura lógica. En las tres primeras temporadas de la serie asistimos a
la conversión de White en traficante de drogas como una redención de su vida de
pringado ("Mi esposa está embarazada de un bebé que no planeamos, mi hijo tiene
parálisis cerebral y en 18 meses estaré muerto", se sincera en Bit by a Dead Bee) mientras su mujer ejerce de aguafiestas; la caída definitiva de White nos hará conscientes de hasta qué
punto nos resulta inconcebible otra forma de actuar que no sea la de Skyler
White.
A las mujeres de Breaking Bad siempre acaba pudiéndoles la
familia; no porque sea una serie machista, sino porque muestra un
mundo en el que son los hombres quienes parten el bacalao (excepto Lydia, que
parece tener algo que decir en la factoría del cristal durante los últimos
episodios). Aun así, en la aversión que el público puede sentir hacia Skyler y
Marie, los personajes femeninos protagonistas, hay matices que remiten a su
construcción. Los personajes masculinos nacen como hombres normales y tienen
una evolución heroica, desde sus acciones y decisiones a ciertas referencias al imaginario cultural (Walter White y Scarface, por ejemplo) pasando por la
planificación de algunas escenas (la consagración de Hank al final de One minute), pero las mujeres están siempre atadas a lo terrenal y lo cotidiano. Se
echaba en falta cierta 'mitologización' de Skyler y Marie, ya sea como
poderosas matriarcas o justicieras delatoras, y ha llegado de una manera u
otra en Buried. Dos escenas potentísimas y desoladoras sacan lo más visceral de
los personajes y lo mejor de las actrices que las interpretan; una en la que
Skyler respalda a Walter para proteger su futuro y el nombre de su marido ante
sus hijos; otra en la que Marie (Betsy Brandt) rompe los lazos con su hermana
al saber que conocía las jugadas que casi acaban con Hank.
El amor-odio hacia Skyler White animó a los de Slate a
publicar un artículo titulado Dejad de odiar a las esposas. ¿Por qué tienen que
ser siempre las mujeres de estos antihéroes de la nueva televisión los
bastiones de la moral, caigan finalmente junto a sus maridos o no? El
carismático protagonismo de Tony Soprano, Dexter Morgan o Don Draper nos
obliga a odiar en ciertos momentos a sus polos opuestos en su irregular camino a la perdición. Personajes como Carmela Soprano, Rita Bennett, Betty
Draper, Margaret Thompson o Lori Grimes son la criptonita de sus esposos hasta
que ellos comienzan a caer y vemos su verdad (recordemos Whitecaps, la
separación simbólica de Tony y Carmela, o The Grown-Ups, la de Don y Betty). Skyler
White rompía algunos de esos esquemas. Mientras otras acaban cayendo en la
trampa de lo criminal o 'lo inmoral' y se refugian en el divorcio, la
infidelidad o la religión cuando ven las orejas al lobo, la protagonista de
Breaking Bad no cede ante la ambición o el deseo, solo ante su familia, incluso
en el affaire Beneke, que le hace recapacitar sobre su papel de primera
dama de la blue meth (y que podría haber dado mucho más juego al personaje). Una mujer tan cotidiana como honesta y compleja que por fin se sienta como copiloto en el último giro al infierno de Walter White, siempre por el bien de sus hijos. "Alguien tiene que proteger a esta familia del hombre que protege a esta familia".
Actualización. Una semana después de la emisión de Buried, Anna Gunn escribió para The New York Times este interesante artículo sobre las consideraciones sociales (¿misoginia?) tras el odio de los espectadores a Skyler White. Su visión como actriz da mucho que pensar y pone los pelos de punta.
Actualización. Una semana después de la emisión de Buried, Anna Gunn escribió para The New York Times este interesante artículo sobre las consideraciones sociales (¿misoginia?) tras el odio de los espectadores a Skyler White. Su visión como actriz da mucho que pensar y pone los pelos de punta.
Estupendo post, Víctor. Has descrito a la perfección el papel de Skyler en la serie. Por cierto, no conocía la cita de Gilligan y tiene toda la razón del mundo. Nunca he entendido ese odio hacia Skyler y siempre me ha hecho pensar que los que pensaban así no entendían las verdaderas motivaciones de Walter, muy alejadas de proveer a su familia. Un abrazo y felicidades :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Cecilia!
ResponderEliminarCreo que a través de nuestra percepción de Skyler se ve también la evolución de Walter y de la serie (otras se recrean y reflexionan mucho más); en la caída de él empezamos a ver a Skyler como la gran 'proveedora' de su familia. Desde luego es un personaje fantástico del que habría que hablar más.
Gracias por el comment!
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Emilia