SPOILERS de la cuarta temporada de Boardwalk Empire
De nuevo entre lo emocionante y lo frustrante se han
despedido los años 20 de HBO, esta vez con un plus de anticlímax. Boardwalk Empire aún pasa por ser una de las series mejor situadas en todo ranking
televisivo a pesar de no hacer ningún ruido en redes sociales ni en las a veces
oportunistas entregas de premios, algo que no supondría ningún problema si no
fuera por su cargante inmovilismo. Nucky Thompson empieza y acaba toda
temporada en el mismo punto, demostrando su superioridad mafiosa y librándose
de sus enemigos, excepto por alguna difícil decisión casi siempre relacionada
con cargarse a alguien o no. Sin embargo, hay pocas pegas más que podamos ponerle
los incondicionales que hemos llegado hasta aquí: remata sus ideas sobre el
hombre hecho a sí mismo, la responsabilidad, el poder y la familia a la perfección,
y es quizá la serie más disfrutable visualmente, además de sus grandísimos
personajes. En eso sí ha destacado la cuarta temporada, en la genial creación y
evolución de sus fichajes secundarios. ¿Qué spin-off de Boardwalk Empire os
pedís? Aquí os dejo algunas propuestas. Aviso para navegantes: he pasado de Chalky White, genial
interpretación de Michael K. Williams pero prota con poca chicha.
Nelson Van Alden
De prohibicionista convencido a mafioso de corazón. Ése al
que hoy conocemos como George Mueller, miembro infiel de la camorra dueña de
Chicago, fue años atrás Nelson Van Alden, el agente del gobierno que, recién
llegado a Atlantic City, se convirtió en la pesadilla de Nucky Thompson. ¿Qué
mueve al personaje interpretado por Michael Shannon? Está claro que el suyo es
el protagonista más extremo, más críptico e incomprensible, también
tremendamente adictivo. Pese a abandonar pronto la primera línea de Boardwalk
Empire, su deriva se consagró como una de las más interesantes y más simbólicas
sobre el hombre de la época. ¿Qué hizo de alguien de tal fundamentalismo un
criminal sin escrúpulos? Quizá que son conceptos más cercanos de lo que parece.
Van Alden aplicó sus creencias siempre en sus propios términos y beneficio,
abusando, manipulando, asesinando, y cuando suerte y fe le dieron la
espalda por un momento, decidió vivir su ley interesada y despiadada. Scorsese, are you there?
Gillian Darmody
"¿Por qué pueden hacer los hombres todo lo que les dé la gana?",
dice la madre de Jimmy Darmody cuando se la llevan presa por asesinato. Pues qué
razón tienes, Gillian, pero qué mal te lo has montado. Si Van Alden es una
desviación muy sintomática del modelo masculino de los noir años 20, el de
Gretchen Mol es sin duda el mejor personaje femenino de la ficción. Con ella se
haría Todd Haynes una buena Mildred Pierce más sangrienta sobre cómo acaban las
mujeres con inquietudes y ambiciones que toman el cuestionable camino de los
hombres para realizarlas. Mucho pero que ellos, dónde va a parar. Gillian Darmody, juguete sexual
de un hombre poderoso, madre a los 12 años y amante de su propio hijo, al que
veía como alguien de su generación, desarrolló una comprensibilísima aversión
hacia el género masculino, del que algo aprendió pero que no le permitió vivir
sin el paraguas de su belleza y sensualidad. Cuando perdió su objeto y fuente
de deseo (primero su hijo, después su lupanar), se lanzó a una azarosa
manipulación de los hombres, con más suerte que maña, hasta que la traicionó el
advenedizo que parecía que la quería. Antígona, baja, que sube Gillian.
Al Capone
Un spin-off que da para biopic, aunque ya sabemos que a la serie de
Terence Winter se le da especialmente bien pasarse la Historia (con mayúscula,
la que se estudia) por la piedra. El mismo creador ya dijo que había cambiado el apellido de Enoch Johnson, que existió en la realidad, por Thompson para que
los espectadores no se espoilearan en Wikipedia. Cuando hay buenas fórmulas del
cine negro como en Boardwalk Empire, la Historia se lo dejamos a ella, a la
Wikipedia. Uno de los personajes que más ha dado siempre que hablar en la serie
ha sido el de Al Capone, al que vimos como un italoamericano gallito y segundón
hasta que oímos su nombre y que se ha ganado a pulso acabar siendo uno de sus memorables protagonistas. La ficción nos descubre a esta leyenda de la mafia como
tal vez no imaginábamos: un hombre carismático, divertido, ambicioso, valiente,
familiar, visceral y muy peligroso. Que no nos extrañe, que si de algún sitio
viene eso a lo que ya estamos tan acostumbrados del villano simpático es del
cine negro. Por cierto, si hay más Al Capone, que lo siga interpretando Stephen Graham.
Sally Wheet
Un homenaje a esta última y discreta temporada. Como comentaba antes, lo anticlimático de la cuarta entrega se compensa con el rumbo interesantísimo de los secundarios, un gran reto para una serie tan coral como la de HBO y del que ha salido triunfante. Sally Wheet es un excelente ejemplar al respecto, y eso que teníamos algunos recelos hacia el fichaje de Patricia Arquette, con un papel primerizo pero estelar en Boardwalk Empire y del que hemos acabado queriendo saber mucho más. ¿Cuál es el pasado de Sally Wheet, que tan pronto te sirve una copa como te parte la nariz de un puñetazo o te organiza el tráfico ilegal de Florida a Atlantic City? El nuevo romance de Nucky Thompson ha destacado por cambiar de tercio en lo que a mujeres protagonistas se refiere: de la mojigata, pusilánime, hipócrita y arribista de Margaret Schroeder (personajazo y gran interpretación) a la audaz, independiente, resolutiva y sensual Sally Wheet. ¿Se llevará Patricia Arquette un inusual premio gordo de la serie? Lo merece.
Richard Harrow
Acabamos con la que, tristemente, tendría que ser una precuela. Richard
Harrow, uno de los protagonistas imprescindibles de Boardwalk Empire, tal vez el más reivindicado, ha
llegado al final de su camino. Como aquello que dicen de los fantasmas, ha
dejado todo atado para poder partir con orgullo de su redención final. El
interpretado por el hasta entonces desconocido Jack Huston fue de la serie el
personaje más castigado, al que las heridas de la guerra (de esto también
podría hablar mucho el James Darmody de Michael Pitt) inmunizaron para
cualquier sangrienta misión. Un hombre sinceramente bueno, quizá el único de la
ficción, cuyo error fue no escoger con tiento a quién debía ser fiel, siempre
en la encrucijada entre el deber a los que le dieron cobijo, la culpa ante sus
manos manchadas de sangre y la resignación a un futuro nada próspero. Llevó a
las últimas consecuencias su compromiso hacia el pequeño de los Darmody, su encargo final, el más honrado.
* Canal + emite actualmente en España la cuarta temporada de Boardwalk Empire
Me gusta mucho como esta serie retoma los años 20, los gánsters de la época, Al Capone y la aprobación de la Ley secacomo punto de partida de esta serie, creo que todo esto fue el complemento perfecto para que Atlantic City se volviera el lugar del pecado.
ResponderEliminar