miércoles, 31 de agosto de 2011

'El pasado es un lugar solitario'

The Shadow Line es una segunda oportunidad. Y es curioso que una serie a medio camino entre El padrino, Fargo, Rubicon y Crematorio pueda hablar de algo tan esperanzador como dar carpetazo al pasado. A lo mejor es porque la oscuridad insondable de lo nuevo de la BBC Two nos impide aventurar si esa oportunidad será concedida o no… Y es que ya se sabe que la tele inglesa es única en esto de darle la vuelta a lo convencional catódico sin sacrificar el entretenimiento (no confundir esto con la presencia de un Fiti local en cada una de sus producciones); en esta ocasión, nuevo primer premio para el know how británico en el ámbito del género televisivo. Después de revisionar el melodrama literario con el The Crimson Petal and the White de Faber e inyectar al drama familiar la adrenalina del thriller en Exile, la BBC regala un estudio magistral de los grises que separan el bien y el mal catódico; The Shadow Line es puro noir.

El hecho de que el villano de la serie vista gabardina y sombrero es sólo una de las referencias al género negro que Hugo Blick, realizador a cargo del proyecto, consagra en The Shadow Line. De El sueño eterno a L.A. Confidential pasando por Chinatown nos ha quedado claro que hacer borrón y cuenta nueva no es tan fácil si tenemos algún que otro cadáver en el maletero. Que se lo digan al inspector Jonah Gabriel (Chiwetel Ejiofor), a quien la amnesia tras un intento de homicidio le permite empezar de cero a costa de sacrificar el pasado, o a Joseph Bede (Christopher Eccleston), capo en funciones que busca un nuevo comienzo a la espera de la muerte de su mujer enferma. La cuestión es que abandonar la línea de sombra y decidirse por uno de los bandos crea enemigos irremediablemente; la transformación completa requiere sacrificio. 

Y aquí llega el aviso para los puristas del noir; The Shadow Line es de todo menos clásico. La evolución de los géneros está en manos de aquellos que se atreven a violentar sus límites y buscan su reflejo en lo contemporáneo, y a este respecto podemos afirmar que Blick es genuina autoría televisiva. El creador de The Shadow Line explora de manera episódica lo más oscuro de las instituciones británicas, sometiendo a los protagonistas a situaciones límite que rescatan para la tele lo mejor de Coppola, los Coen y Tarantino (magistral reencuentro el de la tienda de relojes). El colorido grisáceo y sangriento de Blick sustituye el maniqueo contraste entre el blanco y el negro del noir convencional; la línea que separa el bien y el mal es mucho más caprichosa en la actualidad. La decisión final de uno de los personajes será la que niegue o conceda una segunda oportunidad a todos los demás… Por algo se dice que el infierno está lleno de buenas intenciones.

2 comentarios:

  1. A ésta también tengo muchas ganas de meterle mano. Y Después de post como el tuyo más. Sobre todo metiendo en la ecuación nombres tan ilustres como Coopola, Tarantino, o Los Coen.

    ResponderEliminar
  2. !No te la puedes perder! Lo de la BBC normalmente es orgasmo televisivo, pero The Shadow Line es "tele de autor". La empecé con pereza, pero tiene momentos enormes... Es una lástima que no prospere ni entre la crítica ni entre el público.

    ResponderEliminar