viernes, 26 de agosto de 2011

Fringe y The Good Wife; más y mejor

Fringe y The Good Wife son mi debilidad. Y aunque a veces me ciegue mi amor incondicional hacia determinados productos televisivos (vaya por delante que fui fan de Cinco en familia y Motivos personales), me congratulo en mi buen criterio cuando se me ponen los pelos de punta con Olivia Dunham y Alicia Florrick. Y es que ambas tienen en común más de lo que parece, y no hablo sólo de provocar ataques de freakismo extremo ante su regreso otoñal. Además de tener un planteamiento sencillo pero muy novedoso, un desarrollo lento y muy sólido, y dar el pelotazo argumental y formal en sus respectivas últimas temporadas, son las series con la defensa más potente y efectiva entre su nicho de audiencia y las más aclamadas por la crítica televisiva durante el pasado año. Y la cosa no queda ahí: Fringe y The Good Wife son la vanguardia catódica actual y marcan el paso de la nueva ficción televisiva. No me diréis que no tengo visión de futuro…

Si hay una excusa perfecta para afrontar de buena gana el final del verano es saber qué coño ha sido de Peter Bishop. La tercera entrega de Fringe fue su consagración como paradigma contemporáneo de la ciencia-ficción televisiva, y regresa a la parrilla de Fox el 23 de septiembre en una de las premiere estrella de la temporada. Aunque no podemos negar los antecedentes que llevan a ella (desde Expediente X a Lost pasando por Alias), y teniendo en cuenta que la sombra de J. J. Abrams es alargada, sí podemos afirmar que la serie ha logrado sacudirse el sambenito de artefacto vacío a base de solidez en el desarrollo de tramas y en la coherencia de personajes. Fringe no se sube al carro del apocalipsis terrorista; exprime las convenciones de lo paranormal para actualizar lo que sabemos de destino, identidad y amor. Una tragedia que ya les gustaría a los griegos, vamos.



Decir que un procedimental de abogados se ha convertido en La red social de la tele parece de coña, pero los que la hemos visto en pañales podemos dar fe de su estirón de infarto. La segunda temporada de The Good Wife fue el baile de fin de curso de Alicia Florrick; la esposa del fiscal nos hizo ojitos en los primeros capítulos hasta conseguir que la animáramos a echar una canita al aire con su jefe. El drama legal del matrimonio King, con su sincero y adictivo tono de soap-opera por delante, ha revolucionado el tribunal mostrando las horas más bajas de la justicia y la política yanqui, con mucha Blackberry y mucho Facebook de fondo. El 25 de septiembre The Good Wife salta a los domingos de la CBS; queremos más carnaza, y mejor… sobre todo después de haber visto a la susodicha en lencería.

2 comentarios:

  1. Mi corazón se ha partido un poquito cuando he tenido que elegir entre Fringe, TGW y Boardwalk Empire... Pero Alicia me puede!

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  2. A mí me ha pasado lo mismo. Creo que son las más esperadas por sus finales y por la expectación que crearon en las últimas temporadas...Yo elegí The Good Wife too!!

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