martes, 9 de agosto de 2011

Popurrí apocalíptico

El apocalipsis está de capa caída. Aunque ya se sabe que a la industria audiovisual, lo de que las convenciones de un género estén más que agotadas, pues ni fu ni fa. Y ni fu ni fa también dijeron los encargados de estos proyectos a la hora de intentar aportar algo nuevo al rollo apocalíptico. Para muestra, un botón: Falling Skies. Qué cierto es aquello de que en materia cinematográfico-televisiva está todo inventado, y vale que el fin del mundo, sea la causa que sea, viene de antaño, incluso en la tele... Y si no que se lo digan a la Diana de V. No se puede ser más icono pop... Sin embargo, la última década ha dado buenos y grandes ejemplos de apocalipsis, que ponen el mito al día del espectador actual y convierten cualquier invasión marciana sin importancia en un tratado de Sartre.

La carretera de McCarthy abrió nuevos horizontes a esto del día del juicio (incluida la inmejorable adaptación cinematográfica de Hillcoat); Darabont convirtió el error militar de La niebla, de Stephen King, en un incisivo relato social, con revisión posmoderna de las doce plagas y todo; Battlestar Galactica es el referente apocalíptico entre los entendidos por hacer de la ciencia ficción catódica un ensayo con vocación global sobre las miserias de la Humanidad… Lo cierto sobre estos proyectos es que no inventan nada nuevo, pero utilizan lo viejo para hablar del medio ambiente, la eutanasia, las religiones y el genocidio. Posmodernidad a tope, vamos. Pero ya se sabe que en esto de los géneros televisivos, uno escribe y los demás cambian el nombre a los personajes.


Y Falling Skies es uno de esos últimos que se han subido al carro apocalíptico. Esta apuesta de TNT por los efectos especiales no hace más que repetir una y otra vez los esquemas de V, que debe su éxito a la versión ochentera y a Jane Badler de viejuna, exclusivamente, y de la que Falling Skies toma la trama de resistencia; de Outcasts, con esa falsa vocación de personajes a lo BBC, aunque a las dos se les ve pronto el plumero; de The Walking Dead, que ya era mediocre antes de la huida de Darabont, y de la que toma el relato coral... Y lo realmente curioso de todo esto, a la par que significativo, es que Falling Skies no pretende copiarse de ninguna de las anteriores; simplemente explota todos los tópicos generalistas que discurren en el interior de éstas, lo que es infinitamente más grave.

2 comentarios:

  1. TWD mola. Falling Skies apesta. No quiero discutir más sobre el asunto.

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  2. Ejem... Con lo que a mí me gustan unos marcianos, y que hagan esta caquita... Más alien y menos maquinitas con pistola!!

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