martes, 12 de junio de 2012

La traición de Sookie

Colaboración de Alejandro Marcos Ortega

SPOILERS de la season premiere de True Blood


El pasado domingo, la HBO estrenaba la esperada quinta temporada de la serie True Blood. Desde septiembre del año pasado (nueve meses que se dicen pronto) nos han tenido aguardando el regreso de nuestros amigos los vampiros, pero ¿ha merecido la pena la espera?

El final de la cuarta temporada dejaba abierta la posibilidad de una serie de cambios o, al menos, de que algunas historias iban a quedar cerradas. Sookie rechaza a los dos vampiros, Tara es asesinada y Debbie muere a sangre fría a manos de nuestra hada favorita. Esa muerte nos dio esperanza, esperanza en un despertar de la protagonista tras cuatro temporadas aletargada. Al rechazar a los dos pretendientes y matar a la asesina de su mejor amiga, parecía que por fin el hada iba a saber apañárselas sola. Nada más lejos de la realidad.

Para empezar ni siquiera la muerte de Tara es real puesto que en el último momento aparece Pam y, tras hacer un pacto con Sookie, consiguen mantenerla “viva”. Este hilo argumental puede dar algo más de juego que el resto de los que hay abiertos, pero hay que ver cómo lo manejan.


¿Qué podemos esperar de esta temporada? Podemos esperar que el trepidante ritmo con el que ha empezado decaiga dentro de dos o tres capítulos como mucho y que, al igual que en anteriores temporadas, el resto sean solo una suma de acciones insulsas que vayan preparando la season finale para, una vez más, terminar la serie con un espectacular cierre y dejarla en un climax del que saldremos decepcionados al empezar la siguiente temporada.

Quizás la serie corra el riesgo de resultar previsible, aburrida o incluso engañosa si continúa con esta tendencia a generar grandes capítulos iniciales y finales y dejando al espectador indiferente durante el resto de la emisión. ¿Está la serie (y la cadena) en tan buena forma como para aguantar una quinta temporada mediocre o insulsa?, porque eso es lo que parece que nos tienen preparado en Bon Temps para este verano.

Por lo demás, todo permanece como siempre. Parece que hemos vuelto al final de la tercera temporada: vuelve Edgington, Bill y Eric siguen atrapados en conspiraciones vampíricas, Jason sigue tonteando con Jessie y un largo etcétera de tramas que ya nos parece haber visto y que pliegan la serie sobre sí misma impidiéndola avanzar, haciendo que sus personajes se queden estancados temporada tras temporada en clichés y estereotipos de los que solo podemos rescatar una cosa: cuerpos y más cuerpos desnudos. Pero que nadie se preocupe, en ese aspecto, el casting está muy bien elegido.

2 comentarios:

  1. Yo creo que vamos a tener una temporada bastante interesante. Las trama de Tara vampira puede dar mucho juego, al igual que Jason con su stalker Newlin. Y lo mismo el regreso de Russell, o la aparición de esta tribu de vampiros adoradores de Lilith. La máxima pereza la trae Sam, que es un personaje al que habría que darle dos buenas hostias.

    ResponderEliminar
  2. Como ya hemos comentado, tengo muy poca fe en True Blood, pero creo que hay ciertas cosas que pueden dar mucho juego (sin más). Me parece muy graciosa lo de reverendo Newlin y Jason, y sobre todo la de la Autoridad. Todo el rollo este de Lilith y la biblio vampírica parece que empieza a hablar de vampiros y dejarse de tonterías; además, Edgington está al caer jijiji.

    Muchas gracias :DD

    ResponderEliminar