domingo, 8 de mayo de 2011

Fringe es del 'sentimental type'

SPOILERS de la tercera temporada de Fringe

Todo seriéfilo que se precie debe tener a Fringe en lo alto de su top five, y a Olivia Dunham en su corazón, por supuesto. La tercera temporada de Fringe ha consagrado la serie de J. J. Abrams como una de las imprescindibles del panorama televisivo actual, y para los seguidores de la división más weird del FBI, una de las mejores de la década. Es innegable que la última season de Fringe ha sido la puesta de largo de la que muchos califican como la nueva Star Trek. Hasta los más entregados a Olivia, Peter, Walter y Astrid (y a sus homólogos over there) deben reconocer sus reservas en los inicios de la serie, hacia un género, el de la ciencia-ficción, siempre sometido al juicio de los incondicionales (desde el principio Fringe tuvo el sambenito de ser la versión 2000 de Expediente X), y desagradecido para el espectador más incrédulo. Sin embargo, el que la producción de la Fox se tomara su tiempo en pedirnos la mano, tras un piloto de los largos (uno de los más caros de la historia) y tres temporada de 23 capítulos, es hoy la gran virtud de la serie. Y es que a estas alturas de la película queda claro que amar a Fringe no es cosa de una noche.


Una de las mejores cosas que ha podido pasarle a Olivia y compañía es que Walternate nos haya declarado la guerra; aunque esta tercera temporada ha sido un ejemplo magistral de cómo una serie puede generar tensión dramática y acción en cada capítulo (muchos nos quedamos sin uñas hasta que la Dunham buena se quitó el tinte pelirrojo - por no hablar de la renovación -), hemos descubierto que los de Fringe son del sentimental type. Y eso es porque la ciencia-ficción habla más del presente, de nosotros mismos, que de las batallas del futuro, aunque lo haga a través de ellas; lo que realmente nos ha ganado de Fringe han sido sus personajes y sus relaciones, su lado emocional, que a más de uno nos ha dejado con el nudo en la garganta. Porque al final, como dice la profecía de Sam Weiss, el destino de la humanidad depende del amor de Peter hacia una Olivia u otra. Hay que reconocer que el desarrollo de la última temporada no tiene nada que envidiar a cualquier melodrama de Sirk o tragedia de Shakespeare.

Desde la decisión de Walter de sacrificar a su hijo para enmendar sus propios errores, hasta la revelación de Walternate como un malo no tan malo (¿se puede tener peor suerte? Te roban a tu hijo y encima tu mundo se hunde), pasando por el enchochamiento de Fauxlivia, con embarazo no deseado incluido. Eso sí, la gran protagonista de esta temporada ha sido Olivia. Aunque tuvimos ciertos problemas para entrar en ella durante dos temporadas (que no amarla), este personaje se ha revelado como uno de los más carismáticos de la pequeña pantalla (¡Emmy para Anna Torv ya!).

Por fin, para Olivia, todo cobra sentido; desde las habilidades derivadas de los experimentos que sufrió de niña, y que tantos quebraderos de cabeza le han dado, hasta la aceptación de que es la única capaz de remediar el jaleo inter-universal. Sin embargo, el proceso de Olivia ha sido sobre todo interior; tienes que reconocer tus más y tus menos (pasando por aceptar que tu enemiga es igual que tú, pero más sexy y más maja) para poder querer sin condiciones… y de paso salvar el mundo. Yo lo tengo claro: si me dan a elegir entre la Ofelia de Hamlet y la Olivia de Fringe, me quedo con Olivia.

3 comentarios:

  1. Esperemos que todo esto no termine con el temible "Estaban todos muertos", o "hacer un Lost", como diría nuestro amigo G.R.R. Martin. En general, me ha gustado bastante el capítulo final, una sensación que puede variar según el discurrir de la cuarta temporada. Lo que sí que no he entendido es el funeral a lo rey Arturo (versión Sean Connery/Richard Gere/Julia Ormond) de Olivia, más desconcertante aún que el parecido de esta con Hilary Clinton (Olivia, o vas de Lara Croft recatada o de negro con tu coleta, pero ese look de madurita americana estandar no!). He dicho.

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  2. Jejeje, yo creo que la maniobra Resines la ha descartado Abrams! A mí también me ha gustado mucho, he de reconocer, y creo que el hecho de que se haya arriesgado tanto dice mucho de la serie y de lo que va a aportar a la tele. Eso sí, depende de la coherencia con que planteen las cosas en la cuarta, pero yo creo que Fringe tendrá un gran final! Y sí, siguiendo con la comparación de Lost, mucho mejor Fringe, dónde va a parar...
    Ese funeral no tiene precio... pero es que Olivia es mucha Olivia jijiji
    Gracias por el comment, y un saludo!!

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  3. Me ha gustado mucho esta entrada porque creo que has descrito a la perfección lo que muchos hemos sentido al ver la que es -en mi humilde opinión- la mejor temporada de Fringe hasta el momento, pero me quedo con esta frase:

    amar a Fringe no es cosa de una noche

    Alucinada con el calor del fandom.

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