miércoles, 9 de mayo de 2012

Nurse Jackie en los tiempos del tijeretazo

Aunque la protagonista se empeñe en lo contrario, hay que reconocer lo bien que lucen los enfermeros en Nurse Jackie. Siempre a la zaga de doctores y cirujanos en reconocimiento y suerte televisiva, el gremio más sufrido del mundo médico tiene en la serie de Showtime un legitimador como Dios manda. La crisis, eso sí, dificulta el trabajo a cualquiera; y si no que se lo digan a Jackie Peyton, que no aguanta un día de box a box sin su chute de Vicodín. Pero ya se sabe que Nurse Jackie no es nada sin la palabra crisis, entiéndase ésta como un imprescindible del profílmico (para crítica, la situación de la prota desde el primer capítulo) o como contexto de producción ahora más oportunista que nunca  (¿qué ficción no habla de ello consciente o inconscientemente?).

Es indudable que Nurse Jackie es ciertamente paradigmática en la representación del sistema sanitario estadounidense, y si la verdad catódica ya era incómoda cuando el dramedia vio la luz en 2009, con la administración Obama y la promesa del medicare aún lustrosa, se ha vuelto desesperante tres años después, tras el golpe de Estado privatizador del doctor Cruz en el All Saints. Si en la primera temporada Jackie Peyton tenía que ir a ponerse al baño cada dos por tres para sortear las trampas de la jerarquía hospitalaria, regalar medicamentos a los pacientes y manipular tarjetas de donación de órganos, la crisis (esta vez la del profílmico) se cebó tanto con ella en la tercera entrega que hasta su santo marido acabó tirando la toalla. Sin embargo, la patronal de ATSs pone siempre al mal tiempo buena cara, Nurse Jackie says.


Mucho más ahora que su heroína (fuera de coña) se ha propuesto decir al rehab que sí. Sorprendentemente, los cuernos de Kevin, el desprecio de sus hijas y la intransigencia de su nuevo jefe no han conseguido que vuelva al vicio. Al menos, de momento. Y es que parece que no eran las pastillas lo que ayudaban a Edie Falco a ser la más santa de All Saints… El síndrome de abstinencia no ha mermado su capacidad de sacrificio, sino que ha recuperado a la Jackie más entregada, humana y reflexiva, la que desapareció por completo en la poco afortunada tercera temporada. De nuevo, es capaz de jugársela por alegrarle la mañana a una enferma de cáncer con gusto por empinar el codo (genial el guest star de Rosie Pérez) o a un joven al que le acaban de reimplantar los dos brazos y amputar el amor de su vida. En época de crisis (contextual, I mean), más vale tener una buena enfermera a mano.

2 comentarios:

  1. Nurse Jackie ha superado su tercera temporada (no me pareció tan mala como muchos la pintaron). Fue la más floja, sin duda. Pero no fue un truño. Va a ser curioso ver cómo termina Charlie, y más si lo que se ha visto en el avance del próximo sale adelante. ¿Será Coop el padre del hijo de O'Hara? Me alegro que Jackie, con todo lo que se le ha venido encima, esté siendo capaz de decir no a lo fácil. Aunque termine en un cubo de basura. Para nada, eso sí.

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  2. A mí me sorprende el equilibrio que están manteniendo entre el sacrificio de Jackie y que no parezca una pringada. Ella es santa sólo con los pacientes, y no debería volverse más buena de lo normal. Además, está recuperando algunas escenas muy bonitas al estilo de lo que hacían sobre todo en la primera temporada.

    Una pena el bajón de la tercera (yo tampoco pienso que sea pésima) pero creo que al personaje aportó más bien poco.

    Muchas gracias por el comment :D !!

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