domingo, 24 de junio de 2012

#GuerraDeSeries. Me c*** en el canon televisivo

Como eso tan bizarro que se dice de Gran Hermano, los problemas de la crítica cinematográfica se magnifican cuando la dura convivencia se traslada a la televisión. Tras arrebatar a la pantalla grande el número uno como medio masivo de entretenimiento (y más en época de torrents y crisis), la caja ha perdido de tonta lo poco que le quedaba; la legitimación cultural de sus productos ha convertido el debate sobre el canon televisivo en uno de los más interesantes del panorama contemporáneo. La Guerra de Series de la próxima semana en El País ha recuperado el diálogo (por no decirlo mal y pronto) entre la cultura popular, la crítica universal y algún que otro criterio, y han acabado todos a guantazo limpio en las redes sociales. La sangre de la crítica se ha vertido históricamente de dos frentes, el del arte y el de la industria; en cine y en televisión, la guerra fría se mantiene entre los que buscan unos criterios objetivos de calidad, parte del propio producto, o los que defienden la afinidad entre las ficciones en cuestión y la audiencia objetiva. Canon para todos los gustos.


Generalmente, el podio es el mismo para los primeros de la lista, con series de cable como candidatos regulares (veáse Los Soprano y The Wire); los segundos suelen dividirse entre ficciones de network (Buffy Cazavampiros y Lost, por ejemplo), que pese a su impacto generacional pierden prestigio con el paso del tiempo. La herencia cinematográfica tiene mucho que decir al respecto: la crítica moderna ha consagrado películas que se mueven entre el arte y el entretenimiento, desde la política de autores, que legitimó a los que violentaron el clasicismo desde dentro, como Sirk, Hitchcok o Ford, al fin del cine industrial de mano de Scorsese, Spielberg, Coppola y compañía. Los vicios y virtudes de los expertos se han mudado a la televisión; coinciden en los ranking especializados series clave en periodos de transgresión catódica (Los Soprano), con cierto discurso sociocultural en sintonía generacional (A dos metros bajo tierra), un planteamiento escrito y audiovisual más reflexivo que digerido (Mad Men), heredado de lo cinematográfico pero que mejora con la serialización del relato inherente al medio (The Wire).

El fandom, la cultura popular, las audiencias de nicho y los nuevos hábitos de consumo plantean más preguntas que respuestas sobre lo adecuado de este rígido sistema para la pequeña pantalla. Interrogantes acerca de la temporalidad de los juicios catódicos (¿qué ha pasado con la laureada La chica de la tele?); la influencia estructural de una serie (¿por qué la crítica se ha deshecho de una serie narrativamente relevante como Lost?); la calidad en función de formatos y géneros (¿por qué el 80% de los top seriéfilos pertenecen al drama, y por qué no hay ningún culebrón, por ejemplo, entre las mejores?); la especialización o no del aparato crítico (¿puede participar cualquiera en la elección de la mejor ficción televisiva, o deben hacerlo sólo investigadores o espectadores constantes?) y la penetración del propio producto (¿por qué las series mejor valoradas pertenecen al cable o presentan registros pobres de audiencia?). Si para algo sirve una Guerra de Series contemporánea es para poner evidencia lo old-fashioned del recién estrenado canon catódico; en época de bloggers y Twitter, la crítica efectiva opta por el búnker o el relativismo (¿Emmy vs. Critic's Choice?).

6 comentarios:

  1. El eterno debate "En base a qué decidir si una serie merece o no ser la mejor". Esto de recoger listas es muy subjetivo, por lo que nunca conseguiremos ponernos todos de acuerdo. Hay que las ausencias (justificadas e injustificadas) y votar lo que nos ofrecen. ¿Que habríamos elegido otras? Seguro. Pero con lo que nos dan, elijamos lo mejor. Y que cada uno lo haga siguiendo el criterio que quiera.

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  2. Tienes razón. Yo creo que todos tenemos claros nuestros propios criterios (los míos son los del segundo párrafo) pero entiendo que la situación actual de la crítica televisiva necesita una actualización de criterios y su consideración 'por separado'. Creo que la de El País es un buen proyecto (no se puede dar a elegir entre todas las series de la historia), pero es imposible que todos estemos de acuerdo con la selección que han hecho. Al menos, el 80% de las elegidas son por méritos propios.

    Muchas gracias :DD!

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  3. Bueno, yo creo que si estamos debatiendo cuál es la mejor serie, deberían de haber elegido más de 16 candidatas. Y, sobretodo, haber sido más atrevidos a la hora de escogerlas, porque puede que quede muy bonito poner series tan prestigiosas como Juego de Tronos, pero a la hora de la verdad mucha gente ve Revenge o True Blood... pero claaaro cómo iban a poner series así, si tienen "menos calidad". No me parece que la lista refleje los gustos reales de las personas en su conjunto.
    Pero muy buen post :)

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  4. Te dije que me pasaría por aquí :) Me parecen muy interesantes las cuestiones que planteas. La de la temporalidad es inevitable en todas las artes, supongo. Al final, un canon, cualquiera que sea, representa unos valores concretos y una forma de valorar el arte en un contexto histórico y cultural determinado. Lo que hoy es canon mañana puede no serlo. ¿Quién "dicta" ese canon en el caso de la televisión? Pues ahí tenemos la pregunta del millón.

    Por ello creo que es muy complejo debatir sobre cuál es la mejor serie de los últimos treinta años. Existen ficciones que, por la lectura social que podía hacerse de ellas o por la revolución que supusieron en diferentes niveles, pasaron a pasar a formar parte del "canon" en su momento. Lo que ocurre es que me da la sensación de que el canon televisivo muta a mucha más velocidad que en otras artes y de que existe mayor "confusión" a la hora de establecerlo (supongo que los estudios televisivos son una disciplina relativamente joven, en este sentido).

    Luego está la eterna discusión entre el "canon" y la cultura popular, que era lo que veníamos hablando ayer. Lo ideal desde mi punto de vista sería que el canon incorporara valoraciones sobre todos los elementos, incluida la relevancia en la cultura popular, pero...

    Y ya acabo... En el fondo, lo más difícil y bonito de esto es que todo es subjetivo. Y gracias a ello podemos tener posts como este :)

    Saludos!

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  5. - Dro López: Estoy de acuerdo con lo que dices. A veces pienso que habría sido mejor idea (aunque muy caótica), que los espectadores hicieran el primer filtro y la crítica el segundo, aunque algunas poco populares pero muy buenas se habrían quedado fuera de todas maneras. Creo que el problema no es que falte 'popularidad' en la primera tanda, sino que sobrará en la segunda: muchos espectadores no habrán visto ni la mitad de las series, y mucho más difícil: ni las dos de cada enfrentamiento.

    - bvalvarez: Me alegro mucho de que te haya gustado. Respecto a los criterios que comentas, el otro día se habló de ello en Twitter. Se habló de popularidad, influencia y calidad.

    Yo pienso que el primero, la popularidad no debería ser tenido en cuenta en tanto que hay series muy buenas que no son populares y series muy malas que sí lo han sido. Siempre recuerdo el caso de Pretty Woman; hay una investigación que dice que la consideración de la película es mejor con los años gracias al canon televisivo; la crítica especializada no fue benévola con ella, pero el factor nostalgia la ha legitimado, y eso es un poco trampa. Lo que sí creo que es que hay ciertos fenómenos, como el fandom, que hay que tener en cuenta en la crítica de televisión (el ejemplo de Star Trek, Friends o Frige), pues responden a audiencias de nicho "especializadas".

    En cuanto a la influencia, salió el caso de Urgencias o Lost, y responde en la mayoría de los casos a procedimentales, en mi opinión. La influencia es un factor legitimador en los primeros años, pero cuando todas las series incorporan esas innovaciones, dejan de ser vistas como algo transgresor (opino que con The Good Wife puede pasar algo así en el futuro). El único factor que no cambia es la calidad, y es del que yo más me fío (Los Soprano, The Wire) pues son cosas 'inherentes' a la propia serie, más allá de modas o tendencias generacionales.

    Muchas gracias por los comments :)

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  6. Hola Víctor, soy Sergio Sauce, de 20minutos. Me gustaría contactar contigo. Por favor, puedes mandarme un email a ssauce@20minutos.es. Gracias!!

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