SPOILERS de la segunda temporada de Girls
Que hablen de ti, aunque sea mal. A Lena Dunham, la princesa
del hipster, al igual que a Belén Esteban, la princesa del pueblo, la amas o la
odias, pero a ellas, como a Carmina, plin. Entre entrevistas, reportajes
fotográficos, portadas de la Rolling Stone y cortes de pelo, la joven guionista
y directora, colmo de la autoría televisiva en estos tiempos de la épica
catódica, se ha consagrado como una dominatrix del marketing cultural. Decía
Mike White, creador de la recientemente cancelada Enlightened, también de HBO, que
su serie no podía ser el 'caso de oficio' de la cadena porque ya lo es Girls. Y
razón no le falta; la segunda temporada de Girls no habrá superado los ratings
de la primera, pero eso sí, ha multiplicado su aparición en medios, algo de
agradecer ya sea bueno o malo lo que dicen por ahí. Dos semanas después de la
season finale, hypeos y críticas express aparte, toca hacer balance de su
última entrega, oscura y muy poco complaciente, pero mucho más
arriesgada en los grises de los veintitantos. Porque los veinteañeros, seamos o
no una 'girl', somos un tanto despreciables.
La Girls de Lena Dunham debutó en 2012 bajo el paraguas de
Judd Apatow, al que durante unos años se consideró reformulador de la comedia
norteamericana. Y la alumna ha superado al maestro; Dunham se lanzó a la escritura y
dirección televisiva con el aval de Tiny furniture, que comparte inquietudes con la propia ficción. La primera temporada de Girls presentó a Hannah Horvath, que es a
la propia Lena lo que muchos personajes de Woody Allen a él mismo –entre comillas; yo siempre la he considerado una comparación acertada–,
y a su particular grupo de amigas. Los primeros capítulos de la serie fueron
más bien un tanteo cachondísimo de tono y personajes con una contemporánea
vuelta de tuerca a las fórmulas al más puro estilo HBO. Lo cierto es que la
Girls primeriza no se metió en las movedizas arenas de lo moral más allá de los
complejos de Hannah y sus ganas de convertir en novio a su follamigo Adam para
luego rechazarle incomprensiblemente. Pero que levante la mano el que no haga
algo ilógico a los 20 años. La incomprensible, la de la segunda temporada, es
la Girls definitiva.
Entre el extrañamiento y la identificación,
Girls ha profundizado en esta entrega en la incertidumbre de una edad jodida –los
20 se mean en la cara de la adolescencia en lo que a retos se refiere–, mucho
más en época de desempleo y amores líquidos a lo Antes del amanecer de Linklater. El exagerado egoísmo ante el
rechazo, el que se provoca y el que se sufre (la actitud de Hannah hacia Adam y
Marnie); la exagerada felicidad ante lo ideal e instantáneo (su monólogo
después de pasarse el día follando con un maduro rico y buenorro); la
inestabilidad ante lo sentimental y laboral (el Trastorno Obsesivo Compulsivo fue
un inesperado giro, pero tremendamente sintomático); y el conformismo de lo que
se tiene a mano antes de seguir buscando (el falso happy ending de la season
finale) forman parte del acertadísimo relato generacional de Girls. Puede que a
costa de la lógica estructural de la serie, pero la empatía no se consigue siempre
a golpe de El guión de Robert McKee. A Hannah no se le puede pedir más que
caos; y tampoco a Lena Dunham, una guionista de 26 años que aún se está buscando como
creadora, y puede que también como persona. Yo sí me identifico con eso.
Muy buena tu crítica, a contracorriente de lo que es por ahora "el canon" de la crítica y que ha llevado a la mayoría de bloggers a despreciar el último capítulo de Girls, unos por ideología y otros por moda (negar los sentimientos identificándolos con sentimentalismo). A mí Lena me ha parecido muy valiente al hacerlo como lo ha hecho.
ResponderEliminar¡¡No puedes escribir mejor, Dios mío!! Me ha encantado tu post!! ;)
ResponderEliminarMarien López: Me alegro mucho de que te haya gustado. No me he centrado mucho en algunas incoherencias de la serie, que seguro que las tiene. Es verdad que ha habido cierta involución, y algunas cosas pareces sacadas de la manga. Pese a lo caótico, como decía, creo que han dado en la diana en muchas cosas.
ResponderEliminarUnknown: Gracias!!