miércoles, 3 de abril de 2013

Última oda a Enlightened

 

SPOILERS de la segunda temporada de Enlightened

La mejor manera de encontrarse a sí mismo es buscando en los demás; algo que parece sacado de la Biblia o de una fábula de Esopo pinta mucho mejor en capítulos de HBO. Así como dicen que a nadie le viene mal una visita al psicólogo por muy bien apretadas que tenga las tuercas, Enlightened sorprendería incluso a los más escépticos hacia cualquier heroína recién salida de terapia. La serie creada y protagonizada por Laura Dern y Mike White asoló a la crítica desde el primer vistazo: una comedia única, sin precedentes, tan incómoda como empática y adictiva. Esa rareza, que hizo que una media de 300.000 espectadores la hayan venerado hasta el final, impidió que la audiencia mayoritaria –de una cadena de pago como HBO, ojo– llegara a conectar con ella y la salvara de la cancelación. El propio White, padre de otra indie televisiva por excelencia como Freaks & Geeks, sugirió que Enlightened existía en cierta manera por y para un público especial. Enlightened nos invita a la vida de los olvidados.

Amy Jellicoe (Laura Dern), la ejecutiva 'badass' que vuelve de retiro espiritual convertida en la Teresa de Calcuta de la compañía Abaddon, es egoísta, insoportable, incómoda y vergonzante, pero sus sinceras intenciones acaban inclinando la balanza. En este punto, probablemente el primer capítulo, se separan sus espectadores: si entras en el juego de Amy, si confías en su labor, no tanto en el resultado como en el sentido, amarás Enlightened; si estás de vuelta de 'discursos loser' como el de Mike White te costará enfrentarte a ella. Y eso que su protagonista no es ningún paradigma de la bondad: el personaje de Laura Dern vuelve para salvar al mundo de sus problemas como un poco altruista medio para reciclarse a sí misma de la hija de puta que un día fue, siempre en sus propios términos. Y puede que ésa sea una de las grandes virtudes de Enlightened, pues sería imposible comprender a alguien que defiende el revulsivo y la compasión sin haber pasado antes por el infierno, sin haber sido antes una de nosotros.

Tanto en la reflexiva y un tanto errática primera temporada como en su segunda entrega, más trepidante en el camino de Amy hacia la destrucción de Abaddon –pullitas contra las crueles dinámicas empresariales en tiempo de crisis mediante, otro de los discursos geniales de Enlightened–, la serie se permitió enfrentar los fantasmas de su protagonista a los de aquellos que la rodean, regalando los mejores capítulos. La lucha de Helen, madre de Amy (interpretada por Diane Ladd, madre de Dern), por criar a sus dos hijas tras el suicidio de su marido; la lucha de Levi (Luke Wilson) ante el alcoholismo y las drogas; la lucha de Tyler (Mike White) ante su eterna e invisible soledadEnlightened es por encima de todo una serie sobre la esperanza frente al egoísmo, la frustración y la desilusión gracias a la lucha de Amy, que se debate hasta el último momento entre ella y el sacrificio de su 'buena acción' definitiva. Al final, en un improbable pero ejemplar y efectivo agente de cambio, gana lo segundo. Pon a Amy Jellicoe en tu vida.


2 comentarios:

  1. Claro que pongo a Amy en mi vida! Esta segunda temporada me ha parecido una pasada. En la primera me costó entrar pero, cuando ha acabado la S02, he sentido que dejaba atrás una serie excelente, unos personajes memorables. Comentaba con gente de Twitter que el episodio del exmarido en rehabilitación y el del "ghost" han sido sencillamente excepcionales. Aún así, aunque nos duela la cancelación, los creadores han sabido rematar la serie de una manera muy digna. Gracias por el post!

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  2. La 2T ha sido mucho más redonda: encontraron hacia dónde avanzar y además se recrearon con capítulos muy bonitos: el de Levi (y el capítulo de su regreso, en el top five), el de Tyler. Era la primera serie que veía todas las semanas; la vamos a echar mucho de menos :(

    Gracias, Cecilia!

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