martes, 16 de abril de 2013

Sorkin estilizado


Las pantallas de la sala de realización de ACN News vuelven a parpadear. Will McAvoy engrasa su silla y prepara los micrófonos para volver al aire el próximo 14 de julio. The Newsroom ha rematado en estos días la promoción de su segunda temporada; a los fichajes estelares que se anunciaron hace unos meses –la esperadísima  RosemarieDeWitt, que renunció finalmente a su papel, fue pronto sustituida por la no menos esperada Marcia Gay Harden–, se han sumado la fecha de estreno y el primer teaser de los nuevos capítulos. La ficción de Aaron Sorkin es con seguridad una de las más polémicas de HBO con permiso de Girls; más allá de sus ratings, que convencieron en la primera temporada, The Newsroom, o más bien su creador, es uno de los campos de batalla de la crítica norteamericana actual. El melodrama y la moralina camuflada de platonismo a la que acostumbran las series de Aaron Sorkin, El ala oeste de la Casa Blanca por delante, no le desmerecen como narrador audiovisual imprescindible. ¿O sí? El productor y guionista volvió el año pasado a la televisión, Oscar por La red social bajo el brazo, para sentar nueva cátedra, ahora sobre el periodismo. ¿Es oro todo lo que reluce?

De nuevo entre la radiografía sociopolítica y el retrato idealista, Aaron Sorkin analiza en The Newsroom las complicadas dinámicas que someten el día a día de la redacción de un noticiario televisivo revolucionario. Desde su superioridad moral, sus creadores, Will McAvoy y MacKenzie McHale, unos grandes Jeff Daniels y Emily Mortimer en sus un tanto insoportables papeles, acaban venciendo ante las críticas de los medios que deslegitiman su trabajo –pullitas a TMZ que se gasta Sorkin– y a la presiones políticas y económicas de la propia cadena –unos no menos geniales Jane Fonda y Chris Messina–. Un azucarado discurso político, económico y social sobre el gremio que, según dicen los críticos que dicen los periodistas, tiene poco de verdad. En este punto Sorkin se enfrenta a otras ficciones sobre la profesión más desapercibidas –sería fácil mirar por encima del hombro desde la atalaya de HBO, y de un nombre construido a base de talento también, ojo– pero igual de arriesgadas y puede que más certeras: la State of Play del británico Paul Abbott; la sobresaliente The Hour, de BBC sobre la a veces cuestionable BBC de los 50; incluso la quinta temporada de The Wire.

¿Retrato profesional, relato ejemplar o paja mental? Aaron Sorkin ha reconocido que el discurso estilizado de The Newsroom sobre el periodismo no es más que una visión idealista y envidiable del asunto. ¿Se puede estilizar un discurso al igual que una imagen, maquillar la realidad para que la audiencia la consuma sin atragantarse? ¿Hizo lo mismo Sorkin en El ala oeste de la Casa Blanca, tildada de muy soft pero que ha hecho historia, encuestas mediante, por reformular la imagen que los espectadores tienen de la política? Al igual que series como Roma o Los Tudor, salvando las distancias, crearon formas entretenidas para la inaprensible Historia, Sorkin hace su parte con discursos actuales de manera encomiable. Y aunque Shonda Rhimes pueda morir de envidia con sus culebrones, sus ficciones apuestan con más o  menos acierto por el riesgo y los grises morales. Por algo El ala oeste de la Casa Blanca es la gran serie política mainstream –en una época, la del 11S, en que era difícil entrar al trapo– y The Newsroom lleva el mismo camino en su retrato contemporáneo de las CNN de turno.   


2 comentarios:

  1. Muy interesantes las reflexiones que propones (haces) con tu entrada.
    ¿Retrato profesional? No, desde luego que no.
    ¿Relato ejemplar? No, tampoco.
    ¿Paja mental? No, impensable.

    Salvando las distancias, es una serie como Southland. Del estilo, quiero decir. Aquella cuenta la vida de gente que es policía y esta cuenta la vida de gente que se dedica al periodismo. Pero uno de muy mentira, que no se puede creer nadie. Quizá por aquello de que está de capa caída y hay que 'arropar' a los pobres desgraciados que se dedican (nos dedicamos) a esto más por corazón que por otra cosa. No lo sé.

    Digo que no es 'paja mental' de Sorkin porque sus series siempre son así. Siempre. Hay elementos en esta de todas las anteriores, se ve a leguas lo que puede ir pasando con determinados personajes y determinadas formas de actuar. Y aún así todavía consigue sorprender. Y, sin embargo, tiene mejores maneras de contarlo en casi todas las demás. Cuando hizo 'Sports Night' era muy distinto, eso mostraba menos del periodismo y más de la dinámica que había en un programa deportivo de televisión. Luego se pasó a uno de 'variedades' (Studio 60) y ahora nos lleva a un informativo. Lógicamente tiene que estar más pegado a la realidad, pero no por ello está más.

    Bueno, que no sé si me explico.
    Eso sí, estoy muy muy contenta (pero mucho) de que la tal Rosemarie no vaya a salir. Es una de las dos actrices que no soporto, y que me cuesta ver. A la otra, que es Mary Louise Parker, la 'odio' por culpa de este señor (y el papel que le dio en 'El ala oeste', precisamente).

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  2. Estoy muy de acuerdo contigo. Southland, y las demás de Sorkin tampoco, pero imagino a lo que te refieres. No he visto tampoco El ala oeste, pero sí he leído cosas sobre la imagen que la gente recibía de la política a partir de entonces. Es muy culebronesco y a veces muy artificial, pero creo que capta muy bien la esencia de lo que quiere contar (por ejemplo, Borgen es en cierta manera la El ala oeste danesa y es muy real aunque a veces muy blanco-negro). Creo como periodista que The Newsroom se acerca mucho en muchas cosas; es imposible hacer un calco de la realidad.

    Muchas gracias por el comment! :)

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